Cómo ser súper productivo como Residente
- Ángel Gávila
- 14 sept 2024
- 4 Min. de lectura
Si eres Residente, seguro te suena esta escena: acabas de empezar a redactar un informe importante, te sumerges en los detalles de los pacientes y... ¡PING! Una notificación de WhatsApp. Lo ignoras, pero a los 10 minutos, otro ping. Y luego otro. Y así, tu productividad se va de paseo. ¿Te suena? Claro que sí. Porque, aunque tu busca esté más caliente que un día de agosto en urgencias, ¡es tu móvil el que realmente te está quemando el foco!
Ahora, no te confundas. Aquí no venimos a satanizar el móvil (todos lo llevamos pegado, como si fuera un apéndice moderno), pero tenemos que hablar de cómo manejar esas distracciones. Porque, aunque el busca te interrumpa con algo importante, el móvil lo hace con todo lo contrario: memazos de tu grupo de CoRs, cadenas familiares y el clásico "¿ya saliste de guardia?" de tu madre.
¿Qué está pasando con tu cerebro cuando te interrumpes?
Cada vez que saltas de una tarea a otra, no solo pierdes minutos, sino que tu mente necesita reiniciar. Piensa en el cerebro como un avión despegando: tienes una fase de despegue (empezar la tarea), otra de vuelo (cuando estás concentrado y fluido), y la de aterrizaje (finalizar la tarea con éxito). Cada notificación es como si, justo cuando estás en pleno vuelo, alguien te apagara un motor. Resultado: vuelta a la pista, y a despegar otra vez.
¿Cuánto te cuesta esto? No son los dos minutos que le dedicas a responder ese meme de tus compañeros. Según los estudios, cada interrupción te roba entre 20 y 40 minutos de productividad real, porque tu cerebro necesita volver a despegar. Y si en una mañana has tenido cinco interrupciones… pues echa cuentas.
Domina tu móvil antes de que te domine a ti
Aquí no se trata de tirar el móvil al río ni de convertirte en un monje budista de la desconexión digital. Se trata de poner límites y ser el jefe de tu propio foco. Vamos con unos trucos que puedes empezar a usar desde ya:
Define tus momentos de chequeo: Decide cuándo y cuántas veces al día vas a revisar tu móvil. ¿Que tu busca suena? Claro que vas corriendo, pero no necesitas hacer lo mismo por ese mensaje de "cómo te va hoy, hijo". Marca momentos específicos para revisar y contestar. Quizás al final de una guardia, o entre consultas, pero no cada cinco minutos. TIP de regalo: el simple hecho de tener el móvil encima de la mesa en tu campo visual hace que tu foco se disperse. Es como una droga que te llama a consumirla. Siempre que puedas el móvil en modo avión y fuera de tu vista.
Notificaciones en modo zen: Desactiva las notificaciones de todas esas apps que no aportan a tu día. Whatsapp, redes sociales, correos que no sean urgentes... Si el mundo se va a acabar, créeme que te lo dirán en persona o por el busca. No necesitas que tu móvil sea el que dicte cuándo te desconcentras.
Productividad con bloqueos de tiempo: Haz bloques de trabajo concentrado, en los que solo te enfoques en una cosa. Esto significa: durante una hora, no tocas el móvil a menos que suene tu busca o haya un paro cardiaco en la planta. A esto le llamo la regla del "paso de todo": todo lo que interrumpa, te hace perder tiempo crítico de aterrizaje en la tarea.
Cero móviles si estás redactando o con medicación: Esto es sagrado. Si estás revisando un informe o pautando una medicación, ¡ni se te ocurra ver el móvil! Aquí los errores cuestan caro, así que tu foco debe ser total. Ya habrá tiempo después para memes y gifs.
El mito del multitasking
Te han dicho mil veces que los médicos somos buenos multitarea, pero… ¡noticia de última hora! El multitasking es un mito, una leyenda urbana que te está robando el tiempo y las neuronas. Cada vez que saltas entre tareas, pierdes eficiencia y aumenta tu estrés. Serás más efectivo si dedicas tu atención total a una cosa, la terminas, y luego pasas a la siguiente.
El truco mental: imagina que te está evaluando tu adjunto
Cuando estás haciendo algo importante, imagina que tu adjunto favorito está observándote. ¿Te gustaría que viera cómo interrumpes tu concentración cada dos por tres para contestar mensajes? Claro que no. Así que, cada vez que tu móvil te tiente, pregúntate: ¿vale la pena parar lo que estoy haciendo?
Recuerda: el busca es tu prioridad (y si suena, pues corres como si el mundo se fuera a acabar), pero el móvil personal no debería ser el que te está robando el poco foco que te queda después de horas sin dormir y toneladas de estrés. Así que, apaga esas notificaciones, organiza tus tiempos.
Este post es tu recordatorio amigable (y un poco canalla) de que dominar tu foco es una de las mejores herramientas que puedes desarrollar en la residencia. Y con el tiempo que ahorras porque ahora eres mucho más productivo intenta salir antes del hospital y dedica ese tiempo a mejorar en otras áreas importantes de tu vida como Súper Residente; ya sabes, salud, dinero, amor y relaciones).
Comentarios