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Los Buenos de la Película: Adjuntos Buenos

Los Adjuntos que Marcan la Diferencia

Si has tenido la suerte de encontrar a uno de esos adjuntos buenos, sabes exactamente de qué estoy hablando. Esos médicos que no solo supervisan tu trabajo, sino que te cuidan, te enseñan, y te hacen sentir que estás en las mejores manos. Son los verdaderos héroes de la residencia, los que realmente te dan ganas de aprender y ser mejor. Y sí, aunque parezca raro, ¡existen!

Son aquellos con los que trabajar es un alivio y un placer. Porque, seamos claros, en un ambiente tan hostil y agotador como el hospital, ellos logran que el día sea más llevadero y las guardias, incluso, se disfruten un poco. Son los que te sacan una sonrisa en medio del caos, te explican lo que no entiendes sin hacerte sentir inferior y, cuando llega el pase de guardia, te dan la tranquilidad de saber que no estás solo.


¿Cómo Reconocer a un Adjunto Bueno?

Es fácil. Lo sabrás cuando tu corazón dé un brinco de alegría al ver que te toca guardia con él o ella. Así de simple. Cuando ves su nombre en el planning, automáticamente sientes alivio. Sabes que ese adjunto será justo, paciente y que no te hará sentir como un incompetente por no saber algo. Te explicará lo que necesitas saber, y lo hará sin prisas, respetando que estás ahí para aprender, no solo para ser "mano de obra barata".

La Triste Realidad: Los Más Ninguneados

Aquí viene la paradoja. Muchos de estos adjuntos buenos son los menos valorados en sus propios servicios. ¿Por qué? Porque su amabilidad y empatía a veces se ven como signos de debilidad en un entorno donde la hostilidad y el estrés parecen ser la norma. Pero, ¿sabes qué? No te dejes arrastrar por esa corriente. Si tienes la suerte de trabajar con uno de estos adjuntos, cuídalo. Hazle saber cuánto aprecias lo que hace por ti. No cuesta nada decir algo tan simple como:

“Gracias por todo lo que me enseñas. Me alegra mucho estar de guardia contigo.”

Los Verdaderos Héroes del Hospital

La residencia es dura, lo sabemos. Pero gracias a estos adjuntos buenos, a veces las guardias se hacen más llevaderas. Sin embargo, la presión del sistema también los cambia. Muchos comienzan siendo como esos adjuntos que tanto valoramos, pero el ambiente hostil puede acabar con su buen carácter, y con el tiempo, terminan adoptando el mismo mal genio que criticaban.

Por eso, hay que cuidarlos. Un simple "gracias", una muestra de respeto, puede hacer una gran diferencia. No te unas a las críticas y quejas que suelen circular sobre ellos. Más bien, apóyalos y ayúdales a mantenerse fieles a su forma de ser. Ellos hacen que nuestro trabajo sea más llevadero y el mundo necesita más personas así.

Reconoce a los Buenos y Sé Uno de Ellos

Si alguna vez encuentras uno de estos adjuntos, no lo dudes: cuídalo y respétalo. Quizás, un día, tú también serás adjunto y te enfrentarás al mismo desafío. Recuerda cómo esos buenos adjuntos te hicieron sentir, y haz lo mismo por las futuras generaciones de Residentes. Porque al final, el verdadero héroe del hospital no es el que grita más alto o el que más sabe, sino el que tiene el coraje de ser amable y humano en un entorno que a menudo olvida lo importante que es.

Y como digo en el Manual del Súper Residente:

“Reconoce a los buenos.”

Nunca te olvides de eso.

 
 
 

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