top of page
Buscar

Mejor Hecho que Perfecto: La Estrategia Definitiva para Superar el Estrés en la Residencia Médica"

La Trampa de la Perfección en la Residencia

La residencia es una montaña rusa de estrés, expectativas y presión. Todos queremos ser los mejores: realizar procedimientos impecables, dar un pase de guardia perfecto o aprobar con sobresaliente cada examen. Sin embargo, este perfeccionismo puede convertirse rápidamente en un enemigo. Cuando nos obsesionamos con hacer todo impecable, terminamos paralizados, frustrados y estresados, sin avanzar. ¿Te suena familiar?


En este artículo, te contaré por qué "mejor hecho que perfecto" es una de las lecciones más valiosas aprendí durante la residencia y que puedes aplicar en la tuya desde ya. Esta filosofía no solo te ayudará a ser más productivo, sino también a reducir la ansiedad y el desgaste que tanto afectan a los Residentes.

Mejor Hecho que Perfecto: ¿Qué Significa Realmente?

A veces, nos complicamos demasiado. Planificamos cirugías perfectas, sesiones de estudio monumentales o guardias sin margen de error. Pero, ¿cuántas veces esos planes se quedan en el aire porque no logramos cumplir nuestras expectativas?

Aquí entra en juego el concepto de "mejor hecho que perfecto". Este enfoque nos recuerda que tomar acción, aunque sea imperfecta, siempre será más productivo que esperar a tener el tiempo, la energía o las circunstancias ideales. Porque seamos realistas, en la residencia nunca hay un tiempo perfecto para nada.


Un ejemplo claro es el ejercicio. Imagina que planeaste hacer una carrera de 10K, pero cuando llegó el momento, después de 24 horas de guardia, apenas puedes mantenerte en pie. ¿Qué haces? ¿Renuncias al ejercicio porque no puedes correr esos 10 kilómetros? La caminata de 20 minutos que haces es infinitamente mejor que la carrera de 10K que no haces. Moverte un poco es mejor que no moverte en absoluto.

Este principio lo puedes aplicar a cualquier ámbito de tu vida como Residente: estudiar, descansar, hacer deporte, incluso a la forma en que interactúas con tus pacientes.

El Poder de Tomar Acción: ¡No Subestimes los Pequeños Esfuerzos!

Cuando piensas en cómo aplicar "mejor hecho que perfecto" en tu día a día, te darás cuenta de lo transformador que puede ser. Aquí algunos ejemplos concretos:


1. Ejercicio Físico: Prioriza el Movimiento

En la residencia, el tiempo es oro. Sabemos que mantenerte en forma es un reto, pero no tiene por qué ser una maratón diaria. Un entrenamiento mediocre que haces es mucho mejor que el entrenamiento perfecto que no haces. ¿No tienes una hora libre para entrenar? No importa. Haz 15 minutos de estiramientos, una caminata corta o algunos ejercicios de fuerza. Lo importante es que te muevas, porque cada pequeño esfuerzo cuenta para mantener tu salud física y mental.

  • Ejemplo real: En lugar de planear una rutina de gimnasio de una hora que nunca haces, opta por una rutina exprés de 15-20 minutos entre guardias o incluso (y aquí va algo revolucionario) durante la misma guardia. Incluso una caminata rápida por los pasillos del hospital puede marcar la diferencia.


2. Estudio: Más Vale Poco que Nada

¿Has tenido esa sensación de no poder empezar a estudiar porque sientes que necesitas horas para abarcar todo el material? Lo cierto es que, en la residencia, esas largas sesiones de estudio son raras. Pero eso no significa que debas renunciar a aprender de una forma diferente a la osmosis.

Aplicar "mejor hecho que perfecto" aquí implica que, aunque no puedas estudiar tres horas seguidas, es mejor aprovechar 20 minutos que no hacer nada. Leer un artículo o repasar algunos conceptos básicos en ese pequeño hueco entre pacientes te mantendrá actualizado y te permitirá avanzar de manera constante, en Súper Residente con Tiempo lo llamamos la Universidad ambulante.

  • Ejemplo real: Si solo tienes 15 minutos entre consultas o antes de dormir, aprovecha para leer algo rápido sobre un caso clínico o repasar tus notas del día. No tiene que ser una sesión de estudio perfecta; esos 15 minutos diarios suman.

3. Guardias y Procedimientos: Acepta lo Humano

En una guardia, la presión de hacerlo todo bien puede ser abrumadora. Pero la verdad es que no siempre tendrás todas las respuestas, ni serás perfecto en cada procedimiento. Lo importante es actuar, hacer lo mejor posible con lo que tienes en ese momento.

  • Ejemplo real: Si en un pase de guardia no puedes recordar todos los detalles clínicos de un paciente, no te castigues. Comunica lo esencial de manera clara y sigue adelante. La perfección no es realista bajo presión, pero la efectividad sí lo es.


TIP SÚPER RESIDENTE: El perfeccionismo es hacer las cosas lo mejor que puedes y sabes disfrutando de lo bien que lo estás haciendo.


Algo Siempre es Mejor que Nada: Los Beneficios de Avanzar Paso a Paso

¿Por qué es tan importante esta mentalidad? Porque en la residencia, la acumulación de pequeños esfuerzos es lo que realmente te llevará al éxito. Hacer algo, por mínimo que sea, siempre te va a acercar más a tus objetivos que no hacer nada.

Por ejemplo, después de una guardia de 30 horas sin dormir, es posible que no tengas energía para cumplir con todos tus planes. Está bien. No pasa nada si no lograste el "plan perfecto". Lo que importa es que sigas avanzando, aunque sea con un pequeño paso. Esos pasos, cuando se suman, son los que te sacarán adelante.


  • Consejo práctico: En lugar de centrarte en lo que no pudiste hacer, celebra lo que sí hiciste. Hoy no pudiste hacer una revisión exhaustiva del paciente, pero al menos completaste la historia clínica. Hoy no corriste, pero al menos caminaste. Ese "algo" es lo que te mantiene en movimiento.

¿Cómo Implementar "Mejor Hecho que Perfecto" en Tu Residencia?

1. Define metas realistas:

Establece objetivos que se adapten a tu ritmo de vida en la residencia. No pretendas entrenar como un atleta profesional o estudiar 5 horas al día si tu realidad no lo permite.


2. Haz pequeñas acciones diarias:

Divide tus grandes objetivos en pequeñas acciones. Si no puedes dedicarle una hora al estudio, dedica 10 minutos. Si no puedes correr, camina. Poco a poco, esos pequeños avances se convertirán en grandes logros.


3. Elimina la culpa:

A menudo nos sentimos culpables cuando no alcanzamos la perfección. Libérate de esa carga. Lo importante es que estás haciendo lo mejor que puedes con lo que tienes. Lo perfecto es enemigo de lo hecho.

Conclusión: La Acción Imperfecta es Tu Mejor Aliada

La residencia médica es una etapa desafiante, y perseguir la perfección solo aumenta el estrés y la ansiedad. Recuerda que no necesitas ser perfecto para ser efectivo. Lo que cuenta es que tomes acción, por pequeña o imperfecta que sea.


La filosofía "mejor hecho que perfecto" te ayudará a avanzar sin quemarte, a seguir cuidando de ti mismo mientras te formas como médico. Porque la clave para sobrevivir, y prosperar, en la residencia no es hacer todo a la perfección, sino seguir adelante, paso a paso.

Así que, la próxima vez que te encuentres pensando en que no puedes hacer algo perfecto, recuerda: la acción imperfecta es mucho más poderosa que la inacción perfecta. ¡Dale caña y hazlo, aunque sea a medias!

 
 
 

Comentarios


bottom of page