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Prepárate para la Batalla: Cómo Autoinducirte Energía y Motivación para las Guardias

Sabemos que enfrentarse a una guardia es como ir a Mordor, pero sin anillos mágicos ni hobbits para ayudarte. Así que, ¿cómo lo haces para mantenerte on fire, con energía mental y física a tope, sin sucumbir al cansancio y la desesperación? La respuesta es simple: ¡te conviertes en tu propio entrenador personal de motivación y energía! Aquí te dejo unos tips irreverentes y prácticos para que llegues a tu guardia como un guerrero listo para la acción (y sin perder la cabeza en el intento), porque los estados mentales se pueden autoinducir (y n, no se me ha ido la pinza).


1. El Ritual Pre-Guardia: Despierta al Monstruo

Antes de ponerte la bata y salir corriendo hacia el hospital, debes prepararte mental y físicamente como si fueras a una final de la Champions. Aquí está el plan maestro:


Muévete como Rocky

Sabemos que el tiempo es limitado, pero moverte antes de la guardia es obligatorio. Activa tu cuerpo con una rutina rápida: 10 minutos de HIIT, saltos o sentadillas harán que tu sangre bombee y te llenes de endorfinas, esos pequeños químicos que te hacen sentir como si fueras invencible. Si el mismo día de la guardia no puedes/quieres madrugar, asegúrate que el día anterior hayas hecho deporte. Sus beneficios te durarán durante toda la guardia. Si no haces esto, prepárate para sentirte como un zombie antes de medianoche.

Crea tu Guardia en tu Mente

Esto puede sonar a “velas e incienso”, pero escucha. Visualízate en la guardia: tranquilo, resolviendo problemas como el Dr. House pero sin el mal carácter. La visualización es clave para evitar que el caos te arrastre. Recuerda, tú controlas tu reacción, y si llegas mentalmente preparado, te aseguro que dominarás cualquier situación que te lance la vida (o el hospital).

Nutrición Inteligente (No, el Red Bull no cuenta)

Antes y durante la guardia, olvídate de los carbohidratos pesados que te harán caer en picado antes de que anochezca. Lo que necesitas es combustible de calidad: proteínas, grasas saludables y, si tienes tiempo, un batido verde que te haga sentir un poco como un súper héroe. ¡Ah! Y el agua. Hidratarte es la clave secreta para mantenerte despierto sin ser esclavo del café.


2. Durante la Guardia: Mantén el Ritmo como un DJ

Una vez que entres al hospital, el verdadero reto empieza. Pero tranquilo, con estos hacks vas a mantenerte fresco como una lechuga y concentrado como un francotirador.


Mini-Pausas de Poder

Sí, ya sé que una guardia no te da tiempo ni para respirar, pero es exactamente por eso que tienes que aprovechar cada segundo. Cada vez que veas la oportunidad (cuando tu CoR esté hablando con el adjunto, por ejemplo, o los demás hayan ido a fumar), haz tres respiraciones profundas de 4 segundos, mantén por 7 y exhala durante 8. Esta técnica te hará resetear la mente y continuar como si nada hubiera pasado. Pruébalo, te vas a sorprender.

Nutre Tu 2º Cerebro

Lo que comes durante la guardia afecta directamente cómo te sientes. Evita la tentación de las chuches de la máquina expendedora y lleva tus propios snacks. Unas nueces, un yogur natural o una fruta te mantendrán lleno de energía sin el bajón de azúcar que viene después de esos “placeres rápidos” que todos conocemos. Cuídate, eres un atleta de alto rendimiento.


Controla la Mente, Controla el Juego

Cuando sientas que la fatiga mental te está invadiendo, lanza un pequeño “mantra de guardia”. Algo como: "Esto lo manejo yo", "Soy una máquina" Un paciente después de otro" o "Puedo con todo" o "¡¡Vamos!! (cierra los puños y siente la energía). La idea es recordar que tú tienes el control. No de la guardia en sí (porque siempre habrá algo que te saque de tus casillas), pero sí de cómo respondes a ella. Un estado mental positivo no es opcional, es tu escudo.


3. Sobrevive al Final: No es el Fin, es Solo Otro Comienzo

Después de la batalla, la tentación de irte a casa y lanzarte a la cama es grande. Pero espera, no te olvides de estos pasos finales para asegurarte de que tu próxima guardia sea igual de épica:


Estira tu Cansancio

Unos minutos de estiramientos después de la guardia evitarán que tu cuerpo se sienta como si hubieras corrido una maratón. Piensa en esto como un cool down después de la batalla. Yoga, pilates o solo unos estiramientos básicos harán maravillas para que tus músculos no se rebelen contra ti el día siguiente.


Agradece (Sí, has leído bien)

Puede que no lo creas ahora, pero practicar el agradecimiento después de una guardia te da perspectiva. Agradece que sobreviviste (es un buen comienzo), pero también por las lecciones que has aprendido, las experiencias vividas y por haber sido capaz de manejarlo todo. Termina tu jornada con esta práctica mental para que, poco a poco, tu cerebro asocie las guardias con algo positivo (en lugar de la pesadilla que a veces parecen ser).

¡Y Listo! Guardias Con Energía, Ganas y Sin Perder la Cordura

Convertirse en un Súper Residente no es magia ni cuestión de suerte. Es cuestión de hábitos. Así que, si sigues estos pasos antes, durante y después de la guardia, te garantizo que empezarás a sentirte menos como Gollum y más como Aragorn (o Legolas, si prefieres un toque más elegante). ¿Qué esperas? ¡Prepara tu guardia como si estuvieras preparándote para ganar el partido de tu vida!


Porque si algo te puedo asegurar, es que con la actitud correcta, hasta Mordor parece un paseo por el parque. ¡Nos vemos en la próxima guardia, Súper Residente!

 
 
 

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