Tarde o Temprano la Tortuga Gana a la Liebre, Pídete Tortuga.
- Ángel Gávila
- 7 oct 2024
- 3 Min. de lectura
¡Atención Súper Residente! Hoy te traemos una lección clave, fácil y absolutamente esencial para tu vida en la residencia. ¿Estás listo? Pues deja el fonendo un segundo y presta atención: si quieres mejorar en cualquier área de tu vida, lo primero que debes hacer es aprender las 10 o 20 ideas principales. Nada más. No tienes que ser un experto en todo el conocimiento médico que existe, pero dominar lo básico, esas ideas principales, te va a ahorrar mucho sufrimiento, errores y tiempo perdido. Vamos, que no tienes que reinventar la rueda como un novato. Se trata de aprender ese 20% que te da el 80% (en este post hablamos más dela ley de Pareto).
El truco está en no ser el más rápido, sino el más constante. Lo decimos siempre: Tarde o temprano la disciplina vencerá a la inteligencia. Tarde o temprano, si te mantienes en el camino, te convertirás en ese Súper Residente que no solo sobrevive, ¡sino que disfruta de su vida en la residencia! Piensa en la fábula de la tortuga y la liebre, pero versión hospital: mientras la liebre (esa parte de ti que quiere correr y comerse el mundo a la primera) se echa una siestecita de frustración, la tortuga (el tú que sigue aprendiendo, implementando buenos hábitos y priorizándose) gana la carrera.
1. ¡Deja de intentar inventar la rueda en la residencia!
¿Cuántas veces te has dicho “esto lo tengo que haber aprendido antes”? ¿Te suena eso de querer hacerlo todo a lo loco y acabar frustrado? No te preocupes, todos hemos pasado por ahí, especialmente durante esos primeros años en los que parece que todo es un caos y estás a dos segundos de tirarte por la ventana del quirófano (mejor no lo hagas). Pero escucha, la clave es: enfócate en lo básico. Si no dominas las ideas principales de cómo gestionar tu día, o cómo enfrentar el estrés en una guardia, vas a acabar quemado, y eso, amigo/a, no lo queremos.
2. Aprender lo necesario, cuando lo necesitas
No te estamos diciendo que te conviertas en el Dalai Lama de la organización y el autocuidado de la noche a la mañana. Pero, piénsalo: ¿qué es lo mínimo que necesitas saber para que una guardia sea menos “Mordor” y más llevadera? Comienza con esto, aprende 10 o 20 conceptos clave sobre autocuidado, manejo del estrés, descanso y rutinas diarias. Sin estas bases, estarás constantemente reinventando la rueda, perdiendo tiempo y energía que podrías estar invirtiendo en mejorar.
3. Acepta que la tortuga siempre gana
Puede sonar a tópico, pero la verdad es que la disciplina gana la partida. No se trata de ser el Residente más listo (ese que siempre parece que se sabe todos los diagnósticos), sino el que aguanta, el que mantiene una rutina, el que se cuida y no se deja vencer por la ansiedad. Tú puedes ser la tortuga en esta historia, el que, poco a poco, sin prisa pero sin pausa, va integrando los hábitos correctos, uno por uno, hasta que cuando te quieras dar cuenta, ¡tendrás más energía y disfrutarás hasta de las guardias más largas!
Tip Súper Residente: El Máster Súper Residente te enseña esas 10 o 20 ideas clave que cambiarán tu vida (y tu residencia). ¡No hace falta que lo sepas todo! Solo necesitas empezar por lo básico y mantenerte firme. Así que, si sientes que la residencia son un campo de batalla y que cada día pierdes un trozo de ti mismo... deja de sufrir. Aprende lo necesario, ¡prueba lo que funciona y gana la carrera!
Al final, no se trata de correr más rápido que la liebre. Se trata de llegar al final con salud, energía, equilibrio y una sonrisa en la cara.
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